jueves, 28 de marzo de 2013

El Huerto de los Olivos


En frente de la ciudad de Jerusalén, que se situaba al pie del monte Sión, hay unos altos, separados de la ciudad por el valle que formaba el torrente Cedrón. En esa colina, había diversos huertos, algunos de los cuales, como es típico en toda la cuenca mediterránea, estaba plantado de olivos. A uno de estos sitios retirados y protegidos se retiraba el Señor para orar.

Todavía hoy los franciscanos poseen una propiedad en esta zona, plantada con olivos, sobre muchos yacimientos arqueológicos de la época romana, bizantina y medieval. Lo importante es que allí, en ese lugar, con esas vista, sobre ese suelo, vivió el Señor la última noche de su vida, en oración, sufriendo, esperando la alevosa traición de su discípulo y amigo Judas, afrontando la saña de los guardias enviados por los malvados sacerdotes.

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