domingo, 18 de octubre de 2015

Altar mayor y baldaquino de la Catedral de Medellín (Colombia)


Mantengamos la confesión de la fe,
ya que tenemos un no sacerdote grande,
que ha atravesado el cielo,
Jesús, Hijo Dios.

No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse nuestras debilidades,
sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros,
menos en el pecado.

Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia
y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.

Lectura de la carta a los Hebreos (4,14-16)

No hay comentarios:

Publicar un comentario