martes, 31 de mayo de 2016

Las Salesas Reales de Madrid


El convento de la Visitación de Nuestra Señora fue fundado en 1748 por la reina Bárbara de Braganza para colegio y residencia de jóvenes de la nobleza, siendo enterrado en la iglesia el rey Fernando VI así como la propia reina fundadora, su esposa. Actualmente, la iglesia acoge la parroquia de santa Bárbara, y el resto de la construcción es sede del Tribunal Supremo.


En origen, las hermanas salesas, llegadas de Annecy (Saboya) en 1747, ocuparon unas casas en Prado Viejo, de donde se trasladaron a un beaterio existente en la calle San José. De allí pasaron al que sería su emplazamiento definitivo, junto a la Puerta de Recoletos, en la actual calle Bárbara de Braganza. La reina había comprado allí unos terrenos para su fundación. Su proyecto era no sólo la creación del convento, sino asegurarse un lugar tranquilo donde pudiera residir en caso de la muerte del rey, Fernando VI.


El convento fue diseñado por el francés François Carlier, aunque debido a un viaje de éste a Parma, fue Francisco Moradillo quién lo llevó a cabo, modificando incluso el proyecto original al incluir dos torres-campanario. Las obras, comenzadas en 1750, apenas duraron 7 años, inaugurándose templo y convento en 1758, con solemnes ceremonias, en presencia de la reina fundadora, fallecida poco más tarde.


La muerte de la reina no supuso un cambio para el convento, que siguió contando con grandes patrocinadores que lo embellecieron. Cuando en 1870 las religiosas fueron exclaustradas, el convento se destinó a Palacio de Justicia, aunque la iglesia siguió abierta al culto. En septiembre de 1891, ésta se constituyó como parroquia bajo la advocación de Santa Bárbara, en tanto las monjas con algunas piezas artísticas del viejo monasterio se establecieron en un nuevo convento en la calle de Santa Engracia, obra del marqués de Cubas.

En el siglo XX, el ya Palacio de Justicia sufrió dos grandes incendios que afectaron a las antiguas dependencias conventuales, gravemente dañado en el incendio de 1915 en el que resultaron también destruidas numerosas obras de arte depositadas por el Museo del Prado, aunque la iglesia no resultó afectada. La restauración la realizó Joaquín Rojí. La escalinata que accede a la portada del templo fue realizada en 1930 por Miguel Durán al abrir la nueva calle Bárbara de Braganza.

lunes, 30 de mayo de 2016

Tumba de san Fernando en la Catedral de Sevilla

San Fernando murió en Sevilla. Un día, en el Alcázar sevillano, sintiéndose morir, pidió que vinieran sus hijos y que se le trajera la Comunión y un crucifijo. Cuando el fraile que traía la hostia la mostró Fernando se dejó caer de rodillas en el suelo y se colocó una soga al cuello. Tomó la cruz, la besó muchas veces y se golpeó con ella en el pecho. El obispo de Sevilla Remondo le dio la comunión, tras lo cual se despojó de la ropa real. Se le fue acercada una vela para que la llevara en el momento de su muerte y, antes de sostenerla alzó los brazos al cielo y dijo sus últimas palabras:

Señor: me diste reino que no tenía, y honra y poder que no merecí; dísteme vida, ésta no durable, cuanto fue tu voluntad. Señor, gracias te doy y te devuelvo el reino que me diste con aquel provecho que yo pude alcanzar y ofrézcote mi alma.

El cadáver del rey Fernando III el Santo recibió sepultura en la Catedral de Sevilla, tres días después de su defunción. Fernando III había dispuesto en su testamento que su cadáver recibiese sepultura al pie de la imagen de la Virgen de los Reyes, que se supone le fue regalada al monarca por su primo, el rey San Luis de Francia, y había ordenado además que su sepultura fuera sencilla, sin estatua yacente.

No obstante, tras la muerte del rey, su hijo Alfonso X ordenó realizar los mausoleos de sus padres, revestidos de plata, y las efigies sedentes que les representaban, recubiertas de metales preciosos y piedras preciosas. Delante de la imagen de la Virgen de los Reyes, donada por Fernando III el Santo a la Catedral de Sevilla, fueron colocadas las efigies de Fernando III y de su primera esposa, la reina Beatriz de Suabia, que aparecían vestidos, sentados en sillones chapados de plata y bajo baldaquinos de plata dorada. La imagen sedente de Fernando III se hallaba coronada por una corona de oro y piedras preciosas. Las imágenes de Alfonso X y Beatriz de Suabia portaban sendas coronas de oro y piedras preciosas.

El monarca aparecía portando en la mano derecha la espada con la punta hacia arriba, estando la espada adornada con un rubí y una esmeralda. En el dedo índice de la mano izquierda, en la que sostenía la vaina de la espada, adornada con pedrería, llevaba un anillo de oro con un rubí de considerable tamaño. Dicho anillo sería posteriormente colocado en la mano de la Virgen de los Reyes, quien portaba, al igual que el Niño Jesús que ella sostenía en sus brazos, una corona de oro con piedras preciosas, que le fueron donadas por Alfonso X el Sabio. Tras la muerte de Alfonso X, su efigie, del mismo estilo que las de sus padres, fue colocada al lado de aquellas. Los sarcófagos que contenían los restos de los reyes fueron colocados a los pies de la imagen de la Virgen de los Reyes, y se hallaban adornados con blasones en los que aparecían castillos, leones y águilas, símbolo éste último de la Casa de Hohenstaufen, de la que era miembro la reina Beatriz de Suabia. La efigie que representaba a Fernando III se hallaba colocada en el centro de la capilla y a la izquierda estaba colocada la de su esposa. Cuando Fernando III el Santo fue canonizado en el año 1671, la imagen sedente del rey, del siglo XIII, fue sustituida por otra realizada por el escultor Pedro Roldán, quien según ciertas fuentes la realizó en pocos días, siendo después dorada y estofada por una hija del pintor Juan de Valdés Leal. En la actualidad, la urna de plata que contiene los restos de Fernando III el Santo se encuentra colocada sobre un basamento de mampostería, colocado ante las gradas del altar donde se sitúa la imagen de la Virgen de los Reyes. En el basamento de mampostería que sirve de soporte a la urna se encuentran colocados cuatro epitafios, compuestos en árabe, latín, hebreo y castellano. La tradición sostiene que los cuatro epitafios fueron compuestos por su hijo Alfonso X.


La urna de plata que contiene los restos del rey San Fernando fue realizada entre los años por el orfebre Juan Laureano de Pina. Fue comenzada en 1690, aunque las dificultades financieras motivaron que su terminación no finalizara hasta el año 1719, habiendo participado en su conclusión varios orfebres, y habiéndose empleado en su realización plata, plata sobredorada y bronce. La urna exterior cubre la urna interior, con paredes de cristal, en la que reposan los restos del monarca. La urna, que se considera la obra más relevante de la orfebrería barroca sevillana, permanece cerrada habitualmente, aunque puede ser abierta para mostrar el cuerpo de San Fernando, como se hace el día 30 de mayo, festividad de San Fernando, en que es expuesto a la veneración de los fieles.19 En la decoración de la urna externa, que protege la urna interior, se glorifican las virtudes del rey San Fernando y la apoteósis de la monarquía española, estando además adornada con relieves con motivos florales y vegetales.

viernes, 27 de mayo de 2016

San Agustín de Canterbury


Leemos hoy en el Martirologio Romano: San Agustín, obispo de Canterbury, en Inglaterra, el cual, habiendo sido enviado junto con otros monjes por el papa san Gregorio I Magno para predicar la palabra de Dios a los anglos, fue acogido de buen grado por el rey Etelberto de Kent, e imitando la vida apostólica de la primitiva Iglesia, convirtió al mismo rey y a muchos otros a la fe cristiana y estableció algunas sedes episcopales en esta tierra. Murió el día 26 de mayo (604/605) 


Cuando el rey del Kent, Etelberto, se casó con la princesa cristiana Berta, hija del rey de París, éste le pidió que fuera erigida una iglesia y que algunos sacerdotes cristianos celebraran allí los ritos sagrados. Cuando el Papa san Gregorio Magno supo la noticia, juzgó que los tiempos estaban maduros para la evangelización de la isla. Le encomendó la misión al prior del monasterio benedictino de San Andrés, cuya principal cualidad no era la valentía, sino la humildad y la docilidad. Ese monje era Agustín.


En el año 597 salió de Roma encabezando un grupo de cuarenta monjes. Se detuvo en la isla de Lérins. Aquí le hablaron del temperamento belicoso de los sajones, y esto lo aterró hasta el punto de hacerlo regresar a Roma a pedirle al Papa que le cambiara de programa. Para animarlo, Gregorio lo nombró abad y poco después, casi para hacerle dar el paso definitivo, tan pronto llegó a Galia, lo hizo consagrar obispo. Continuó su viaje con breves etapas. Finalmente llegó a la isla británica de Thenet, a donde el rey fue personalmente a darle la bienvenida, por invitación de su piadosa esposa.


Los misioneros avanzaron hacia el cortejo real en procesión y cantando las letanías, según el rito recientemente introducido en Roma. Para todos fue una feliz sorpresa. El rey acompañó a los monjes hasta la residencia que le habían preparado en Canterbury, a mitad de camino entre Londres y el mar, en donde se levantó la célebre abadía que después llevará el nombre de Agustín, corazón y sagrario del cristianismo inglés. La obra de los monjes misioneros tuvo un éxito inesperado, pues el mismo rey pidió el bautismo, llevando con su ejemplo a miles de súbditos a abrazar la religión cristiana.


El Papa san Gregorio Magno envió con un grupo de nuevos colaboradores el palio y el nombramiento a Agustín como arzobispo primado de Inglaterra. Siguiendo las indicaciones del Papa para la repartición en territorios eclesiásticos, Agustín erigió otras sedes episcopales, la de Londres y la Rochester, consagrando obispos a Melito y a Justo. El santo misionero murió el 26 de mayo del 604 y fue enterrado en Canterbury en la iglesia que lleva su nombre.

El video que les mostramos a continuación contiene una interesante descripción de la actual Catedral de Canterbury. El texto en inglés nos cuenta cómo la Catedral se erigió sobre la tumba de San Agustín. De entre sus sucesores, el más célebre fue santo Tomás Becket, que fue asesinado por sicarios del rey, al oponerse a sus caprichos, a finales del siglo XI. Su sepulcro, junto con el de san Agustín, se convirtió en el más importante centro de peregrinaciones de las islas Británicas. Posteriormente, la silla episcopal de Canterbury también fue ocupado por otro ilustre santo: el italiano san Anselmo. La Catedral, tras la Reforma y el nacimiento de la confesión Anglicana, se convirtió en la sede primada de la Comunión Anglicana.


jueves, 26 de mayo de 2016

El Milagro Eucarístico de El Cebreiro


La Solemnidad del Corpus nos invita hoy a la adoración del misterio de la Eucaristía, la presencia real de Jesucristo entre nosotros, bajo las especies de pan y de vino. Nuestros ojos ven pan y vino, pero nuestra fe confiesa que detrás de esa realidad, se encuentra misteriosamente el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.


Esta confianza no es fácil de mantener, y la duda o la desconfianza acechan, especialmente a quienes más trato debieran tener con tal misterio. Es el caso de un monje benedictino del siglo XIV: estaba celebrando la Eucaristía en un pobre monasterio, situado en un inhóspito puerto de montaña. Hacía frío, no había nadie en la Iglesia (era absolutamente normal celebrar una misa sin pueblo), y la tentación de la duda acechó al monje sacerdote, cuando vio que llegaba en medio de la helada ventisca un campesino, Juan Santín, para asistir al Santo Sacrificio.


El monje lo despreció en su corazón: ¿para ver pan y vino viene este necio? Pero, para su confusión, el pan y el vino que tenía entre sus manos se convirtió en carne y sangre verdaderos. Así premió el Señor la fe sencilla del que se molestó para asistir a la Eucaristía, y confundió la impía duda del monje.


El lugar se llama El Cebreiro. Está sobre el puerto, a través del cual cruzan los peregrinos que van a Santiago las montañas de Galicia. El monasterio benedictino desapareció con las tormentas ideológicas del siglo XIX, pero el recuerdo del Milagro perdura, pues los Reyes Católicos, durante su peregrinación, dejaron allí un relicario para custodiar el cáliz y la patena del milagro.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Huellas de san Beda el Venerable


El 25 de mayo, en el Monasterio de Jarrow pasó de este mundo a las manos misericordiosas del Creador san Beda el Venerable, uno de los monjes más significativos del monacato alto-medieval inglés.

Ruinas del Monasterio de San Pablo de Jarrow

El Monasterio de Jarrow formaba parte, junto con el Monasterio de Monkwearmouth, de una fundación monástica que se fue el centro cultural y de enseñanza del reino de Northumbria, en el siglo VII.

Fachada original del Monasterio de Monkwearmouth

Ambos monasterios tuvieron que sufrir los sucesivos ataques de vikingos y normandos, pero ello no fue óbice para que al amparo de sus muros se forjaran generaciones de monjes, entre los cuales destaca Beda. Sin embargo, la disolución final llegó en 1545, durante el reinado de Enrique VIII, cuya turbulenta vida y política desembocó en la ruptura del cristianismo británico respecto a la Iglesia Católica, naciendo así la confesión Anglicana.

Catedral de Durham

La tumba de San Beda el Venerable se encuentra desde en siglo XI en la Catedral de Durham. Estas son las últimas palabras que pronunció Beda, según el cronista, antes de su fallecimiento: Hora es ya de que vuelva a mi Creador, si así le agrada, a quien me creó cuando no era y me formó de la nada. He vivido mucho tiempo, y el piadoso juez ha tenido especial providencia de mi vida; es inminente el momento de mi partida, pues deseo partir para estar con Cristo; mi alma desea ver en todo su esplendor a mi rey, Cristo.



Tumba de san Beda el Venerable - Catedral de Durham

martes, 24 de mayo de 2016

Catedral de Cuzco


Pues bien esto me llega altamente, existiendo, entre las regiones descubiertas últimamente bajo los auspicios del siempre augusto emperador de los romanos nuestro muy amado hijo Carlos, el cual es a la vez de rey Castilla, León y Aragón, existiendo una región llamada del Perú cuyos habitadores, son conocedores de la divina ley, y en la cual región, moran muchos indios cristianos; y deseando el mismo Carlos emperador y rey con religioso afecto, que en la antedicha región del Perú, sujeta a su mandato, se dilatase el culto de aquel gloriosísimo nombre (Cristo) de quien es el universo entero, y toda su plenitud y todo en cuanto en él existe; que sus habitantes sean conducidos a la luz de la verdad y se propaguen la salvación de las almas; y deseando además que la villa del Cuzco situada en la misma región en que ya existe una Iglesia bajo el título de Santa María, sea elevada al rango de Ciudad y Diócesis y la antes Iglesia de Santa María a Iglesia Catedral.
Dado en Roma junto a San Pedro año etc. 13 de febrero mil quinientos treinta y seis.
Bula de la erección de Iglesia Catedral y de la Diócesis del Cuzco.

La Catedral del Cuzco es resultado de diversos proyectos elaborados por distintos arquitectos que se relevaron al frente de las obras. La primera catedral del Cuzco es la Iglesia del Triunfo, construida en 1539 sobre la base del palacio de Viracocha Inca. En la actualidad, esta iglesia es una capilla auxiliar de la Catedral.

La catedral de Cuzco, como la de Lima, es un templo de tres naves con dos más de capillas y testero plano. Las tres naves son de igual altura, como en las catedrales de Lima y de Jaén. Esta última fue el precedente inmediato de las dos catedrales peruanas.

Entre los años 1560 y 1664 se construyó la Basílica Catedral de esta ciudad. Su construcción fue confiada a Juan Miguel de Veramendi en 1560, quien fue sustituido dos años más tarde por Juan Correa. A éste le siguieron otros maestros, hasta que en 1615 se hizo cargo de la dirección de la obra Miguel Gutiérrez Sencio, un arquitecto seguidor de Marco Vitruvio y Jacopo Vignola, y admirador del estilo sobrio y puro instaurado por Juan de Herrera en El Monasterio de El Escorial. Bajo su dirección, se culminó la catedral del Cuzco en 1649.

El material constructivo fue la piedra procedente de áreas cercanas y también se reutilizaron bloques de granito de color rojo desde la fortaleza conocida como Sacsayhuamán.


Fue reconocida como Basílica menor en 1928. La construcción, de tres naves, se levanta sobre una planta de tipo salón. Un detalle que sorprende es la fusión entre el orden de los capiteles y frisos y el tipo de cubierta utilizado: la bóveda de crucería, característica del gótico. Ello da pie a una sorprendente amalgama de estilos, frecuente en el estilo Barroco de Latinoamérica. La famosa imagen del Señor de los Temblores se venera en la catedral.

Esta catedral, de fachada renacentista e interiores barroco, tardo-gótico y plateresco, posee una de las más destacadas muestras de orfebrería colonial. Importantes son igualmente sus altares de madera tallada.

Puesto que en esta ciudad se desarrolló la pintura sobre lienzos de la célebre Escuela cuzqueña de pintura, la más importante de la América Colonial, en la catedral se pueden observar precisamente importantes muestras de artistas locales seguidores de esta escuela.

sábado, 21 de mayo de 2016

Monasterio de Santa Cruz de Ribas de Campos


La fundación del Monasterio se remonta a 1176, cuando el rey Alfonso VIII de Castilla llevó a este fértil lugar a monjes premonstratenses del monasterio de Santa María de Retuerta, en Sardón de Duero, Valladolid. Durante la Edad Media pertenecía a la Merindad menor de Monzón, (Meryndat de Monçon). A finales del siglo XVI, Felipe II proveyó al Monasterio con 50.000 ducados para costear unas obras de ampliación y reparación para impedir que la comunidad se trasladara a Valladolid. En 1592 el monarca en persona, acompañado de sus hijos, visitó el Monasterio. En 1627, la marcha de la mayoría de los premonstratenses redujo a Ribas a la condición de priorato. Un incendio en 1715 y una devastadora inundación en 1739 marcaron los preliminares de su desamortización en 1841.

viernes, 20 de mayo de 2016

San Juan Pablo II. San Bernardino de Siena


S. S. Juan Pablo II
SAN BERNARDINO DE SIENA (1380-1444) 
Carta al obispo y fieles de la diócesis 
de Massa Marittima, Italia,
con ocasión del VI centenario 
del nacimiento de San Bernardino (6-IX-1980)

3. De no menor interés es el testimonio que Bernardino nos ofrece como religioso. A los 22 años, después de una experiencia de compromiso social y caritativo con otros pocos jóvenes de Siena, durante la peste que estaba despoblando la ciudad, pidió ingresar en los Hermanos Menores. Eligió el grupo que estaba ya renovando la Orden, con el retorno a la observancia rígida y austera, que florecía de nuevo en Brogliano con fray Pauliccio Trinci de Foligno, y luego con fray Giovanni de Stroncone. Su experiencia heroica de caridad entre los apestados y el instintivo servicio de «constructor de la paz» y de custodio ejemplar de la castidad entre los jóvenes de Siena, en la universidad de la ciudad y en la Compañía de «Santa Maria della Scala», fueron la mejor carta de presentación para obtener la aceptación entre los franciscanos.

Sabemos por sus biógrafos que casi inmediatamente comenzó a dirigir a sus hermanos como superior local y provincial, en Toscana y Umbría, hasta que coronó su «servicio a los hermanos» como vicario general de la observancia. Fueron cerca de 300 conventos los que él renovó o aceptó entre los observantes, acá y allá por Italia.

Lo mismo que de seglar había estimulado a los amigos a las obras de caridad y de heroica asistencia social, así también como religioso supo infundir en los hermanos el ardor de su celo en seguir las huellas del «Poverello» por el camino del radicalismo evangélico. La fascinación de su personalidad conquistaba a cuantos se le acercaban. Cuanto más clara era la presentación que hacía de las exigencias austeras de la regla, tanto mayor era el fervor con que corrían tras el maestro, con el deseo de emular sus virtudes.

De este modo el movimiento de la observancia, que comenzó con los hermanos laicos, se convierte con San Bernardino en una nueva fuerza de espiritualidad y de cultura, que estimula a todo el franciscanismo a vencer las debilidades humanas, los cansancios de la rutina, y favorece su nuevo florecimiento con un nutrido número de jóvenes estudiantes universitarios, comprometidos en el estudio de la teología, de la moral, del derecho, y en el apostolado popular en toda Italia. Entre éstos destacan los amigos íntimos de Bernardino: San Juan de Capistrano, San Jaime de la Marca, el Beato Alberto de Sarteano y otros muchos, en Umbría, en Toscana, en las Marcas, en Italia y fuera de Italia. Los observantes serán llamados «bernardinos» en algunas regiones de Europa, como por ejemplo, en mi patria, Polonia.

4. Bernardino, hombre excelente y religioso ejemplar, permanece en la historia de la cristiandad sobre todo como apóstol. Predicador itinerante, como Cristo, como los Apóstoles, hizo del púlpito su cátedra.

Fue el más grande predicador popular de la época, de tal manera que el siglo XV fue definido «el siglo de San Bernardino». En muchas partes de Italia central y septentrional surgen altares, oratorios, templos erigidos en memoria de sus predicaciones y de sus milagros. Admirado por los sencillos como por los sabios, por los magistrados como por los hombres de Iglesia, Bernardino fue pedido como obispo en Siena, en Ferrara, en Urbino. Rehusó siempre, para mantener la libertad de llevar su palabra dondequiera que fuese solicitado, estando íntimamente convencido de haber recibido de Dios la llamada para este ministerio y no para otro.

5. Bernardino de Siena permanece en la historia de la predicación, de la teología y de la ascética sobre todo como apóstol del Nombre de Jesús. Profundamente afectado por la advertencia de Cristo: «Lo que pidiereis en mi nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo», no se cansa de hacerse eco de ella: pedir al Padre en el nombre del Hijo es reconocer el designio de Dios, que ha querido servirse del Verbo encarnado para salvarnos. Nosotros podemos y debemos santificarnos por medio de la invocación del Hijo, cuya mediación nos abre el camino de acceso al Padre. El nombre de Cristo, pues, significa misericordia para los pecadores, fuerza para vencer en la lucha, salud para los enfermos, alegría y exultación para quien lo invoca con devoción en las diversas circunstancias de la vida, gloria y honor para cuantos creen en Él, conversión de la tibieza al fervor de la caridad, certidumbre de ser escuchado quien lo invoca, dulzura para quien lo medita devotamente, suavidad inebriante para quien penetra su misterio en la contemplación, fecundidad de méritos para quien todavía es peregrino, glorificación y bienaventuranza para quien ya ha llegado a la meta.

El nombre de Jesús fue la bandera, blandiendo la cual San Bernardino afrontó las situaciones más difíciles, saliendo triunfador de ellas: en ese Nombre obtuvo la pacificación de las facciones rivales, el mejoramiento de las costumbres, el enardecimiento de la fe, el incremento de la práctica cristiana.

martes, 17 de mayo de 2016

San Pascual Bailón en Orito (Alicante)


Orito es una pedanía del municipio de Monforte del Cid (Alicante) España. Se encuentra a 5 km Monforte del Cid y a 25 de Alicante. 

La Ermita de la Aparición es uno de los lugares más emblemáticos de Orito, ya que, según la tradición, fue el lugar exacto en donde se produjo el milagro de la aparición del Santísimo Sacramento a San Pascual, cuando pastaba sus ovejas en las Sierras de Monforte del Cid. Para recordar tal milagro se construyó en el siglo XVII esta Ermita.

Virgen de Orito

Tras la Reconquista, en el siglo XIII y la posterior adhesión de Alicante y provincia a la Corona de Aragón, la comarca alicantina es repoblada por aragoneses y catalanes, que fundaron aquí un convento de la Orden de la Merced, en el que convivían monjes y monjas. Más tarde, sobre el año 1555, se encontró la talla de la Virgen de Orito, de tan sólo 42 milímetros, convertida hoy en uno de los símbolos más reconocidos de la pedanía.


En 1562 los franciscanos fundaron una congregación en el abandonado Convento de la Natividad, donde al año siguiente ingresaría como fraile San Pascual. La construcción-reforma del convento quedó terminada en 1607. En la actualidad está regentado por los Hermanos Capuchinos, que se encargan, entre otras cosas, de la conservación de los citados enclaves.

La Cueva de San Pascual está situada en la falda de la Sierra de las Águilas. Anteriormente, esta cueva había sido refugio de pastores ante el mal tiempo. Fue después de la beatificación del santo cuando se la llamó "Cueva de San Pascual". Cada 17 de mayo se celebra la Romería de San Pascual en la que intervienen miles de peregrinos procedentes principalmente de Elche, la Vega Baja, Almería y provincias de La Mancha. Es el lugar más popular de la devoción al santo.

Se compone de dos habitaciones, una en donde se encuentra la talla en madera policromada del santo, así como todas las prendas de los peregrinos y otra (crematorio) situada un poco más abajo y utilizada para poner las tradicionales velas al santo.

domingo, 15 de mayo de 2016

Pentecostés en Silos

Pentecostés - Siglo XI - Primer Maestro de Silos
Piedra tallada y originariamente policromada
Santo Domingo de Silos

En el día santo de Pentecostés, nos vamos hasta el claustro románico de Santo Domingo de Silos, para alabar la gloria del Señor, que envía el Espíritu Santo sobre nosotros.

Dios nuestro, que por el misterio de esta fiesta
santificas a tu Iglesia extendida entre las naciones,
derrama sobre toda la tierra
los dones del Espíritu Santo
e infunde en el corazón de tus fieles
las maravillas que obraste
en los comienzos de la predicación evangélica.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

sábado, 14 de mayo de 2016

Abadía de San Matías de Tréveris

Tumba de San Matías

La ciudad alemana de Tréveris fue un importante centro urbano romano, que en distintos momentos del final del Imperio sirvió de capital al emperador. Es fácil comprender que el cristianismo llegó pronto a esta ciudad. De hecho, el obispo Cirilo de Tréveris fundó una Iglesia sobre la tumba de los santos fundadores de la diócesis, Eucario y Valerio.

Tumba de los santos Eucario y Valerio

Posteriormente se estableció allí una comunidad monástica, que adopta el año 977 la Regla de san Benito. Según la tradición, santa Elena habría trasladado allí las reliquias de san Matías. De hecho, el año 1127 fueron halladas dichas reliquias en el templo, que pasó a convertirse en un importante centro de peregrinación.

Tumba de San Matías

La nueva iglesia abacial que se estaba construyendo al momento de encontrarse dichas reliquias fue consagrado por el papa cisterciense Eugenio III el año 1148, en presencia de san Bernardo y otros muchos cardenales.
Nave central de la Iglesia Abacial

Tras las turbulencias del siglo XIX, la abadía fue repoblada en 1922 por monjes procedentes de Seckau, agregándose a la Congregación de Beuron.

viernes, 13 de mayo de 2016

Fátima


 Santuario de Nuestra Señora de Fátima

El santuario de Fátima, es sin lugar a dudas como un imán de muchos peregrinos que en busca de consuelo se dirigen a este santuario mariano en Portugal.

El Santuario de Fátima, localizado en la Cova da Iria, freguesía de Fátima (Portugal) es uno de los más importantes santuarios marianos del mundo. El santuario está situado a 11 km de la ciudad de Ourém, a 25 km de Leiria, 120 km de Lisboa, 180 km de Oporto y está aproximadamente a 300 metros encima del nivel del mar, en pleno macizo calcáreo de Extremadura.

El Santuario está compuesto principalmente por la Capilla de las Apariciones, Recinto de Oración, Basílica de Nuestra Señora del Rosario, Casa de Retiro de Nuestra Señora del Carmen y Rectorado, Casa de Retiro de Nuestra Señora de los Dolores y Albergue para enfermos, Plaza Pío XII, Centro Pastoral Pablo VI y la nueva Iglesia de la Santísima Trinidad. La Azinheira Grande era la encina más grande de la Cova da Iria en 1917 y, por eso, también es parte de la historia de las apariciones. Junto a ella, esperaban los pastorcitos a que apareciera la Virgen María. La Cruz Alta tiene 27 m de altura.

Iglesia de la Trinidad y Cruz Alta

La historia comienza en 1916. En la Portugal rural del 1916 no es inusual el ver a los niños llevando a sus rebaños a pastorear. Esto es lo que los niños de la familia Marto y Santos, todos primos, hacían en estos días. Casi siempre eran Lucía Santos, Francisco Marto y su hermana Jacinta, los que con gusto tomaban esta responsabilidad agradecidos por el chance de estar al aire libre y de jugar mientras las ovejas pastoreaban en silencio. Ellos llevaban a pequeños grupos de ovejas a pastorear en parcelas pertenecientes a sus padres en diferentes partes de la sierra, el altiplano en el que se encontraba el pueblito de Fátima (donde la Iglesia parroquial se encontraba) y Aljustrel (donde vivían los niños). Dos miradores favoritos eran las colinas que miraban a Aljustrel, cerca de un campo llamado Loca do Cabeco (Lugar de la Cabeza) y la Cova da Iria (Enseñada de Irene) a un distancia de Fátima. En estos lugares ocurrieron las apariciones que cambiarían el curso de la vida de estos niños y de la historia del siglo XX.

Basílica del Rosario, interior
En la primavera de 1916 Lucía, Francisco y Jacinta tuvieron su primer encuentro con un mensajero celestial. Por relato escrito de la misma Lucía, convertida en monja carmelita, sabemos que el mensajero celestial, les dijo que no tuvieran miedo, que el era el ángel de la paz de Portugal.  Esta aparición se repitió en dos ocasiones mas. En dichas apariciones el angel los invito a orar, a hacer sacrificios a Dios por la conversión de los pecadores, les advierte sobre futuros sufrimientos que les tocará padecer. En su ultima aparición el Ángel se presenta con la sagrada eucaristía, y les de la comunión.

Capilla de las apariciones, construida en el lugar donde
estaba la encina sobre la que se apareció la Stma. Virgen

Al siguiente año, casi ocho meses después de la última aparición del ángel, en 1917, año de muchos cambios en la historia de la humanidad, el día 13 de Mayo los niños, haciendo sus habituales quehaceres de pastoreo, son protagonistas de un nuevo hecho sobrenatural, sobre una encina, en la Cova de Iría, (Enseñada de Irene), se les presenta una hermosa Señora vestida de blanco, envuelta en luz, la Señora, la Santísima Virgen María. Dichas apariciones se repitieron en seis ocasiones en ese año, el trece de cada mes de mayo a octubre, el 13 de octubre, la señora se presenta como La Reina Del Santo Rosario, Nuestra Señora del Rosario, ese día se produjeron hechos prodigiosos como movimientos inusuales del sol, vistos por miles de espectadores, incrédulos unos, creyentes otros. El mensaje principal de la Virgen es la oración por los pecadores, insiste en el rezo del rosario, pide mas penitencia, y advierte sobre futuros males que aquejaran a la humanidad en el futuro así como los sufrimientos futuros del Santo Papa.

jueves, 12 de mayo de 2016

Santo Domingo de la Calzada


Hoy recuerda la Iglesia a un ermitaño, Domingo García, que a finales del siglo XI se dedicó a ayudar a sus hermanos, que atravesaban su patria riojana en dirección a Santiago de Compostela. El Camino de Santiago se estaba convirtiendo en la principal arteria de comunicación espiritual de Europa, pero los caminos aún eran difíciles y peligrosos. Sobre el río Ojo Domingo construyó un puente, luego un hospital y mejoró la calzada. Su vida quedó tan ligada a dicho proyecto, que desde entonces se llamó Domingo de la Calzada, y aquel lugar terminó por tomar su nombre. Murió, y sobre su sepulcro surgió una gran catedral, comenzada por el más célebre de sus discípulos: San Juan de Ortega.


La tumba de santo Domingo es un túmulo de piedra, labrado en la época medieval. Se encuentra por debajo del nivel del actual pavimento, en el ábside de lo que fue el primitivo templo. Al ser éste sustituido por la actual catedral, quedó desplazado del centro, quedando en el lateral en el que se encuentra hoy.


La cabecera del templo estaba adornada hasta no hace muchos años con un magnífico retablo de Damián Forment.


Tras unas obras de limpieza, dicho retablo fue retirado a un lateral, dejando a la vista el magnífico presbiterio románico de la catedral.



miércoles, 11 de mayo de 2016

Priorato de los santos Pedro y Pablo en Souvigny (Borgoña)


En este día, nos recuerda el martirologio romano: En Souvigny, Borgoña, san Máyolo, abad de Cluny, quien, firme en la fe, seguro en la esperanza y repleto de una doble caridad, renovó numerosos monasterios de Francia e Italia. Año 994.


San Máyolo de Cluny nació en torno al año 906 y falleció tal día como hoy del año 994. Estudió en Lyon y más tarde se convirtió en archidiácono de Mâcon. Renunció al obispado de Besançon y se convirtió en monje de Cluny. En 954 fue nombrado abad- coadjutor a Aymard. A la muerte de éste se convirtió en abad. Renunció, también, en varias ocasiones. Fue capturados por los sarracenos, que hostigaban el sur de Francia., siendo rescatado al pago de una fuerte suma de dinero. Este ultraje llevó a los señores de Provenza a terminar con dicha presencia musulmana. Durante su abadiato, construyó la segunda iglesia de Cluny. Poco antes de su muerte, designo a Odilón como su abad coadjutor, quien le sucedería a su muerte y siempre sentiría por él un gran afecto, hasta el punto de mandar ser enterrado a su lado, en la iglesia del priorato de Souvigny.

Tumba de los santos abades Máyolo y Odilón
Donado por los duques de Borbón a Cluny el lugar de Souvigny, fue erigido allí un priorato en el siglo X. Allí morirían y serían enterrados los abades Máyolo y Odilón de Cluny. Dada la afluencia de peregrinaciones, fue necesaria la construcción de una nueva y más amplia iglesia, según el modelo de la tercera iglesia de Cluny.. Los duques de Borbón la eligieron como lugar para su entierro, enriqueciendo aún más la estructura del templo.

martes, 10 de mayo de 2016

San Juan de Ávila

Visitamos, a través de este documental, los lugares en los que floreció la santidad del Maestro Juan de Ávila.

lunes, 9 de mayo de 2016

Altar Mayor de la Iglesia del Espíritu Santo de Munich


En el centro de la ciudad de Munich se encuentra la Iglesia del Espíritu Santo. Su fundación está ligada a un Hospital, pasando pronto a ser una de las parroquias de la ciudad. Entre  1724 y 1730 fue reconstruida en estilo barroco por Johann Georg Ettenhofer y los hermanos Asam. Fue severeamente bombardeada entre 1944 y 1945 y reconstruida en la postguerra. El altar mayor muestra la escena de Pentecostés.

viernes, 6 de mayo de 2016

Baldaquinos. San Clemente de Roma


El Baldaquino es una estructura arquitectónica, que en el arte cristiano se sitúa sobre los altares, simbolizando la presencia del Espíritu Santo. son muchos los templos en los que encontramos magníficos ejemplos. Hoy, por ejemplo, contemplamos el baldaquino que preside el magnífico ábside de la Basílica de San Clemente de Roma.

jueves, 5 de mayo de 2016

Ascensión en el Claustro románico de Silos

La Ascensión. Siglo XI. Primer Maestro de Silos
Piedra tallada y originariamente policromada
Santo Domingo de Silos

Viajamos hoy hasta el Claustro románico de Santo Domingo de Silos, para contemplar la escena de la Ascensión del Señor, y gozar junto a toda la Iglesia en el triunfo de Cristo, que ya es nuestro triunfo. Los apóstoles, con María en el centro, contemplan al Señor, que se va ocultando tras una nube que dos ángeles van subiendo hacia arriba.

San Agustín, en el cuarto tratado sobre la Primera Carta de San Juan afirma:

Creemos en Jesús, a quien no hemos visto. Lo anunciaron quienes lo vieron, quienes lo palparon, quienes escucharon las palabras de su boca. Y para convencer de esto al género humano, fueron enviados por él, no osaron ir por propia iniciativa. Y ¿adónde fueron enviados? Lo habéis oído al escuchar el evangelio: Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación. Luego a todo el mundo fueron enviados los discípulos, confirmando la Palabra con signos y prodigios para ser creídos, pues predicaban lo que, habían visto.

Y nosotros creemos en quien no hemos visto y cuyo retorno esperamos. Todos cuantos lo esperan con fe, se alegrarán de su venida; los que no tienen fe, se sonrojarán cuando viniere lo que ahora no ven. Mantengámonos, pues, fieles a sus palabras, para no quedar confundidos cuando viniere. El mismo dice en el evangelio a los que habían creído en él: Si os mantenéis en mi palabra seréis de verdad discípulos míos. Y saliendo al paso de una posible pregunta: ¿Cuál será la recompensa?, añade: Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.

Así pues, de momento nuestra salvación radica en la esperanza, no en la realidad; pues todavía no poseemos lo que se nos ha prometido, pero esperamos poseerlo en el futuro. Y el que lo ha prometido es fiel, no te engaña: lo importante es que no pierdas la esperanza, sino que esperes la promesa. En efecto, la verdad no conoce el engaño. Tú no seas mentiroso, profesando una cosa y haciendo otra; conserva la fe y él te mantendrá su promesa. Ahora bien, si tú no mantuvieres la fe, tú mismo te defraudas, no el que hizo la promesa.

Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra justicia ha nacido de él. Ahora nuestra justicia procede de la fe. La justicia perfecta sólo se da a los ángeles, y apenas si en los ángeles, si se les compara con Dios. No obstante, de darse una justicia perfecta en las almas o en los espíritus creados por Dios, ésta se da en los ángeles santos, justos, buenos, a quienes ninguna caída desvió, a quienes la soberbia no precipitó, sino que permanecieron siempre en la contemplación del Verbo de Dios, y que en ningún otro hallan su felicidad, sino en el que los creó. En ellos la justicia es perfecta; en nosotros, por el contrario, comenzó a existir por la fe según el Espíritu.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Mes de Mayo en Santa Otilia

Altar de la Virgen - Archiabadía de Santa Otilia

A comienzos del mes de Mayo, veneramos de una forma especial a la Santísima Virgen María. Cuando la naturaleza se vista de belleza, contemplamos las sublime belleza que el Señor realizó en la doncella de Nazaret. Bendita sea María, por cuya obediencia llegó a nosotros la Salvación.