jueves, 28 de septiembre de 2017

San Wenceslao. Catedral de San Vito en Praga


Celebramos hoy la memoria del mártir Wenceslao I de Bohemia (Václav en checo). Nació alrededor del año 907 en Stochov, cerca de Libusin y murió el 28 de septiembre del año 929 ó 9351​ en Stará Boleslav. Hijo del príncipe Bratislao I de Bohemia y de su esposa Drahomira, fue bautizado por un monje eslavo discípulo del apóstol Metodio. Educado, desde su infancia, en la fe cristiana, especialmente influenciado por su abuela Ludmila, fue enviado a la escuela de la iglesia de San Pedro en Budeč donde aprendió latín.

Tras la muerte accidental de su padre en el año 921, Drahomira asumió el poder y no se mostró acorde con la fe del joven Václav que buscó refugio en casa de su abuela Ludmila que fue estrangulada, por orden de su nuera el 15 de septiembre de 921. El caos se apoderó del ducado de Bohemia y el duque Arnulfo de Baviera se aprovechó de esas circunstancias para invadir el país durante la primavera de 922. Wenceslao accedió al trono dos años más tarde. Enrique I el Pajarero quiso entonces invadir Bohemia pero Wenceslao le propuso firmar un pacto de no agresión cuya paz costó 129 vacas y 500 talentos de plata por año.

Wenceslao transformó la sociedad checa no sólo en lo concerniente a la religión, sino también modificando el sistema judicial, y reduciendo las condenas relativas a la pena capital o a la tortura. Fue el promotor de la construcción de la Catedral de San Vito en Praga. Boleslao, ávido de poder y ayudado por muchos cortesanos conspiró contra su propio hermano atrayéndole a la fiesta de los patrones de la iglesia que se celebraba en la ciudad de Stará Boleslav, no lejos de Praga. Desarmado, Wenceslao fue atacado por su hermano y otros conspiradores que le mataron el 28 de septiembre delante de la puerta de la iglesia. Tres años más tarde Boleslao I de Bohemia arrepentido, hizo llevar los restos de su hermano al interior de la catedral de San Vito, en Praga.

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